07 agosto 2009

Una rosa roja sobre mis sábanas


Una rosa roja sobre mis sábanas


El rocío que respiró la mañana
se había vertido sobre los pétalos de la rosa
que en reposo dejaste sobre las sábanas,
las letras de amor que plasmaste en el papel
estremecieron mi espíritu.

Una rosa roja sobre mis sábanas
ha cambiado mi vida,
me ha ayudado a desprenderme de mis temores,
marginar el pasado, abriéndole las puertas
a una nueva vida contigo.

La rosa roja me miró...
al tomarla entre mis manos
se desprendieron de sus pétalos
los besos y los te amo
que habías guardado en ellos para mí.

Ya no puedo avistar la profundidad de tu mirada,
ahora necesito asirme a tus manos para que juntos
caminemos en la dirección que nos muestra
la bitácora de nuestro destino.

No fue una rosa cualquiera,
la que dejaste en nuestra cama,
fue una flor colmada de sueños y esperanzas.

Cerré los ojos, guardando en mis pupilas
la imagen imborrable de la rosa
que hoy lleva por nombre... te amo.



Delsye Caron T.
Copyright dc 2006
Todos los Derechos Reservados

5 comentarios:

Isabel dijo...

Que belleza de poema¡¡¡¡¡¡¡
Me alegro de que hayas vuelto, se te echaba de menos.
Un abrazo
Isabel

Isabel dijo...

Delsy estoy intentando seguir tu blog pero me es imposible, me da error y no me deja, seguiré intentándolo
besos
Isabel

Desde el alma a las palabras dijo...

Gracias Isabel por ser tan generosa en tus comentarios.

No comprendo cuál es la razón por la cual no puedas acceder a seguir el blog.
A veces google anda mal y hay que dejar pasar un tiempo para intentar lo que se quiere hacer.

Un abrazo.
DEE

Unknown dijo...

Hermoso poema, me recuerda que una vez yo deje una rosa muy parecida a esa sobre unas sabanas con algo escrito un te amo, tu poema me hizo recordar esa epoca, me imagino que la persona que te la dejo a ti te quizo o te quiere mucho, saludos de mi parte tu amiga ambar.

Desde el alma a las palabras dijo...

Ambar: La vida son sólo momentos y en ese momento creí me quería mucho y yo quise quererle. El pasado es pasado y aunque no queramos, las rosas se marchitan.

Gracias por leerme.

DEE